Ocean's eleven

Steven Soderbergh, 2001.
Interpretación: George Clooney (Danny Ocean), Brad Pitt (Dusty Ryan), Julia Roberts (Tess Ocean), Casey Affleck (Virgil Malloy), Scott Caan (Turk Malloy), Don Cheadle (Roscoe Means), Matt Damon (Linus Caldwell), Andy Garcia (Harry Benedict), Elliot Gould (Ruben Tischkoff).
Guión: Ted Griffin; basado en el guión de 1960 de Harry Brown y Charles Lederer; a su vez basado en una historia de George Clayton Johnson y Jack Golden Russell.
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Los que tienen y los que merecen tener

Ocean's Eleven tiene ingredientes más que de sobra para garantizar que un espectador salga contento del cine. Un reparto de lujo que cobró por debajo de su caché y que según la prensa se lo pasó bien rodando, un robo al estilo «Misión Imposible» con todo tipo de artilugios y triquiñuelas, un guión que comprime en hora y media material para cuatro, golpes de humor muy acertados, y una galería de personajes, los once compinches de Ocean, que muestran su historia con brevísimas pinceladas.

Ocean acaba de salir de la carcel porque lo pillaron con unas figuras mayas que no pudo colocar después de robarlas. Su exmujer es ahora la amante de un millonario que posee tres casinos de Las Vegas. Ocean se propone recuperarla, y robar a su contrincante todo el dinero que guarda en una caja fuerte tan protegida como una lanzadera de misiles. Para su plan necesita un experto en explosivos, un pirata informático, un carterista, un timador, un hombre de goma, matones y más expertos hasta llegar al número del título. Soderberg, a diferencia de John Woo se entretiene más con los duelos verbales de los personajes que con los detalles y las trampas del plan. A diferencia de otros incursores en el género, tampoco muestra mucha inclinación a hacer sufrir al espectador con los percances. Soderberg elige la comedia, no el suspense.

La película habla de los millonarios que poseen un puesto que no se merecen, como esos jefes que hay que obedecer pero no han hecho nada para ser jefes y de los exconvictos que se merecen más de lo que tienen. Es un fondo de redistribución de la riqueza y de la suerte, un ejercicio de equilibro y de justicia pero en clave americana, es decir, con una lectura absolutamente individualista. El fondo de la película no es: «un hombre tiene demasiado dinero y no es justo que un hombre tenga tanto» el fondo es: «lo injusto es que ese hombre tenga tanto, pues es este otro quien se lo merece». Ningún capitalista va a salir ofendido del cine porque lo que viene a decir, en otras palabras es que al final las fortunas van a parar a quien realmente las merece, por tanto el dinero del mundo está bien repartido.
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