Guerreros

Daniel Calparsoro, 2002.
Reparto: Eloy Azorín, Eduardo Noriega, Rubén Ochandiano, Carla Pérez, Jordi Vilches, Roger Casamajor, Iñaki Font, Sandra Wahlbeck, Olivier Sitruk.
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Con guerreros así ¿quien necesita a Milosevic?

España mandó tropas a Kosovo para proteger a los kosovares y a la minoría servia. Pero para ver esta película hay que olvidar esto porque los rambos de Calparsoro se pasan la película matando kosovares, sin importar mucho si son civiles, y la verdad es que mandar un contingente de la OTAN para hacer ese trabajo suena redundante porque hay pruebas de que Milosevic lo hacía mejor que nadie.

Algunos amigos me dicen que tengo que olvidar esos planteamientos históricos para disfrutar de la película, pero hacerlo es algo que me cuesta mucho. Si fuera una película de ciencia ficción como las de Lucas me daria igual que los soldados lucharan en la costelacion de Casiopea o en la de Orión, pero si unos jóvenes tienen que matar a muchas personas para salir vivos de una refriega es esencial para que yo me identifique con ellos, que entienda porque matan a civiles y kosovares, no es una cuestión arbitraria. Ese fallo es el que destroza la película sin remisión. El cine no es ajeno a la moral. Si los soldados matan a los malos y ayudan a los débiles yo puedo identificarme con ellos. Si matan a los débiles y a los paramilitares servios ni los tocan, entonces los buenos dejan de serlo.

El planteamiento inicial parecía tener sentido. Un soldado español ve a unos servios detener a un hombre por la calle y se salta las ordenanzas para lanzarse a salvarlo. Los oficiales y el regimiento lo insultan por no obedecer a los superiores. El heroe solitario representa el afán que todos tenemos de haber hecho algo más en esa guerra que ser simples espectadores.

La película no desarrolla este prometedor comienzo. Por el contrario se pierde completamente cuando el mismo batallón tiene que ir a un pueblo kosovar, que ha sido atacado por los paramilitares servios, para reestablecer el tendido eléctrico. Una procesión de servios, obligados a marcharse de Kosovo, apedrea sus blindados, ofreciendo la única escena de realismo que vamos a ver en la película. Los soldados tienen una escaramuza increíble con la UCK. Increíble porque iban a ayudar a los suyos. Y luego sufren contratiempos y combates para escapar de una u otra guerrilla. El fin de la lucha viene a ser salvar su pellejo. Los protagonistas son niños asustados, nunca héroes. La peripecia es salir vivos, no salvar a los agredidos kosovares. De hecho, cuando se encuentran con los paramilitares (los únicos malos) se entregan. Todas las bajas que provocan son de sus aliados. Y el final de heroísmo no tiene sentido porque no han ayudado a nadie ni se han gandado ningúna palmada del espectador con sus miedos.

Calparsoro se olvida de la ética y también del sentido de esa batalla en funcion de otro principio, quiere a toda costa mantener el ritmo. Y es cierto que la acción no aburre. El problema es que hace falta un ejercicio de ingenuidad para disfrutar de tales hazañas que yo no puedo hacer a mi edad.
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