Piratas del Caribe 1

Gore Verbinski, 2003.
Reparto: Johnny Depp (Jack Sparrow) Geoffrey Rush (Barbossa) Orlando Bloom (Will Turner) Keira Knightley (Elizabeth Swann) Jack Davenport (Norrington) Jonathan Pryce (Governor Weatherby Swann) Lee Arenberg (Pintel) Mackenzie Crook (Ragetti) Damian O'Hare (Lt. Gillette) Giles New (Murtogg) Angus Barnett (Mullroy) David Bailie (Cotton) Michael Berry Jr. (Twigg) Isaac C. Singleton Jr. (Bo'sun)
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Ser pirata

Hay cazadores de detalles que son capaces de tirar a la basura una gran película como Terminator 2 porque en una escena el robot malo se deja una gotita de la aleación de la que está hecho. Los cazadores de errores verán que en esta película hay muchos. Les serviré dos: el Capitán Sparrow descubre a la mitad de la película, en una celda de las muchas en las que se ve encerrado, que la maldición de la Perla Negra no es un cuento y que los piratas del barco son realmente muertos vivientes, pero no tiene sentido ese descubrimiento porque él también está maldito; otra errata, los militares organizan un ataque contra los piratas, pero no sirve de nada porque saben de sobra que están hechizados y no se les puede matar.

Todos esos errores y otros muchos que seguro que leeré, lo digo desde un principio, me importan un bledo. Piratas del Caribe no es un tratado de maldiciones ni un libro de historia, es pura narración que se recrea sin parar en el placer de narrar. Es una historia de piratas como no se rodaba desde que Errol Flyn dejó de hacerlo. Tiene ingredientes dramáticos, una historia de amor, acción, buenos efectos especiales, muchas leyendas y trucos para divertirnos, como el código de los piratas o la maldición y el conjuro que ayuda a deshacerla, y tiene unos personajes sencillos y estereotipados, como el pirata loco, o el oficial intransigente que funcionan a la perfección para esta atracción de Disney Land, y que lo descontaminan a uno de los personajes pretenciosos que han intentado largarnos Ang Lee, Bryam Singer y los Wachowski.

El mayor mérito de “Piratas” es el de saber desverlarnos la historia lentamente hasta atraparnos en el juego. Adelantando unos cuantos metros de película diré que el protagonista, es un herrero que desconoce su origen, pero que llevaba un medallón azteca cuando fue rescatado de un naufragio. La fortaleza donde vive es atacada por unos piratas que buscan ese medallón para conjurar una maldición azteca que les ha convertido en muertos vivientes y que sólo se deshará cuando todas las piezas sean devueltas a su cofre. El problema es que la maldición exige una condición más.

Johnny Depp inventa un personaje inolvidable. El capitán Jack Sparrow parece sacado de la galería de personajes de nuestro siglo de oro, con su mezcla de dignidad y de picardía. Fue abandonado en una isla desierta por los piratas amotinados de La Perla Negra y nadie sabe como escapó. Gesticula como un borracho mientras hace trampas en un duelo de espada o se indigna porque no lo llaman capitán. Tiene algo de Falstaff en la influencia que ejerce sobre el ingenuo herrero, y tiene todo del John Silver de Stevenson. Es el tutor del muchacho y hay algo de amor en él, pero es a la vez un traidor y un pirata, alguien en quien confiar y alguien de quien defenderse.

El joven protagonista desconoce su origen y se niega a creer que su padre era un pirata. Los piratas representan desde el principio el lado malo de la vida, lo reprensible, aunque no lo conoce. Luego hace amistad con Sparrow y ya no le vale el prejuicio.
Chicago Sunspot | Roger Ebert ***
And yet the movie made me grin at times, and savor the daffy plot, and enjoy the way Depp and Rush fearlessly provide performances that seem nourished by deep wells of nuttiness. Depp in particular seems to be channeling a drunken drag queen, with his eyeliner and the way he minces ashore and slurs his dialogue ever so insouciantly. Don't mistake me: This is not a criticism, but admiration for his work. It can be said that his performance is original in its every atom. There has never been a pirate, or for that matter a human being, like this in any other movie. There's some talk about how he got too much sun while he was stranded on that island, but his behavior shows a lifetime of rehearsal. He is a peacock in full display.
"Pirates of the Caribbean: The Curse of the Black Pearl" is "based on" the theme park ride at Disney World, which I have taken many times. It is also inspired (as the ride no doubt was) by the rich tradition of pirate movies, and excels in such departments as buried treasure, pirates' caves, pet parrots and walking the plank, although there is a shortage of eye patches and hooks.

OrlandoSentinel.com: Movies | Roger Moore ***
Pirates, which opens in theaters today, is the only pirate movie, aside from Muppet Treasure Island, to deliver the "yo ho hos" since Errol Flynn last swashed his buckles. Depp's daft, drunken and delightfully playful Captain Jack Sparrow is a big reason why.

This is Disney's big-budget blast of summer action delivered by Jerry "Pearl Harbor" Bruckheimer. It benefits from Bruckheimer's yen for big, expensive and detail-oriented sets and costumes, and from director Gore "Mouse Hunt" Verbinksi's malignant sense of fun.

The Mercury News | Bruce Newman
``Pirates of the Caribbean'' is a movie that you ride around in circles for 2 hours and 23 minutes, until at last it brings you back where you began, exhausted and a lot dizzier. Anyone who meets the minimum-height requirement can get on, but as the picture staggers into its third hour -- still searching for a coherent plot -- you realize the charming adventure story this once was has been turned into a special-effects ghost ship.

Writers Ted Elliott and Terry Rossio have ably demonstrated their sense of adventure in such pictures as ``The Mask of Zorro'' and ``Shrek,'' but here they seem at sea. They and director Gore Verbinski allow scenes to run on too long and characters to talk too much. It's nearly impossible to figure out what's at stake for anyone in the movie until we are well past the point of caring.
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