Terminator 3

Jonathan Mostow, 2003
Reparto: Arnold Schwarzenegger (Terminator), Kristanna Loken (T-X), Nick Stahl (John Connor), Claire Danes (Kate Brewster), David Andrews (Robert Brewster), Mark Famiglietti (Scott Petersen), Earl Boen (Doctor Peter Silberman), Moira Harris (Betsy), Chopper Bernet (Ingeniero jefe), Brian Sites (Bill Anderson).
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Los ingenuos

De la saga de Terminator, la gran película es la segunda. La tercera parte es una versión palomitera hecha por un director que no se ha propuesto en ningún momento hacer sombra a Cameron y que se conforma con rendirle algunos homenajes y estirar un poco la excusa argumental del robot bueno salvador y el robot malo sanguinario. Mostow es un émulo de Cameron consciente de su inferioridad, pero también es un alumno atento que sabe mimetizar a su maestro en algunos detalles.

El nuevo Terminator que viene a nuestro siglo a salvar a los dos protagonistas sigue combinando esa entrañable mezcla de ingenuidad y brutalidad de la segunda parte. Cuando necesita un traje o una moto los vuelve a pedir con su inigualable franqueza, cuando se le da una orden la cumple sin rechistar y sin entender los dobles sentidos, razón por la cual no sabe cumplir la de “jodete”. Los ingenuos siempre fueron los grandes protagonistas del cine americano, fueran robots (número 5), marcianos (starman), o nativos (Tarzan, Cocodrilo Dundee).

A muchos directores se les olvida que el cine de hechos extraordinarios funciona cuando hay alguien a quien sorprender. Terminator tiene ya pocas sorpresas para el espectador curtido que conoce todas sus funciones como si lo hubiera programado él mismo. Pero la chica de la película, Kate Brewster, no lo conoce, y no se cree nada del royo de las máquinas del futuro que le larga su amigo del colegio John Connor. Tenemos un hecho extraordinario, un personaje que lo ha visto y otro que estaba en la parte trasera de la furgoneta y no se cree nada. Luego llega el momento, el robot de goma se arregla los balazos en un santiamén. “¿Me crees ahora o no?” Y que gusto el de tener razón por fin, eso es Terminator.

El robot T-X de esta entrega también tiene el cuerpo que quiere, y elige el de una modelo guapísima. Esta vez viene equipado con un arma en su brazo, y además puede dirigir los coches a distancia. Pero la ausencia de Cameron es notable en detalles como esas premisas que deberían haber servido para darle vueltas a las escenas de acción y que en manos de Mostow no dan de sí.

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