Días de Fútbol

Dirección: David Serrano, 2003
Reparto: Ernesto Alterio (Antonio), Alberto San Juan (Jorge), Natalia Verbeke (Violeta), María Esteve (Carla), Pere Ponce (Carlos), Fernando Tejero (Serafín), Roberto Álamo (Ramón), Secun de la Rosa (Gonzalo), Luis Bermejo (Miguel), Nathalie Poza (Patricia), Lola Dueñas (Macarena), Pilar Castro (Bárbara), Eva Santolaria (Lorena), Pepo Oliva (Tomás).
* *

Demasiado secundario

En todas las obras de Shakespeare discurre, paralela a la trama de los nobles donde las rimas son más elaboradas, alguna subtrama de los criados donde es más fácil la risa y algún chiste grueso. Nuestro siglo del oro copia el modelo, y en las mejores comedias funciona a la perfección. Si faltan los criados, la obra resultaría demasiado lejana y pomposa, si no estuviera la trama de los nobles resultaría chabacana y falta de sustancia. En esta película sobran secundarios y faltan los protagonistas. El director juega sin parar a poner sordina a los conflictos que surgen pasándolos a un segundo plano o ahogándolos entre frases campechanas de nuestro rico acervo popular que obligan a acabar en una sonrisa lo que perfectamente podría ser dramático. David Serrano tiene muy clara su vocación de comediante y no pide al espectador nada de su tiempo para preocuparle con los problemas que viven los protagonistas. Lo que quizá Serrano no sabe, es que a los espectadores no nos molesta nada preocuparnos por los problemas de otros seres sobre todo cuando sabemos que se van a acabar al cabo de una hora.

Ernesto Alterio no da la talla como chorizete irascible, y no es un problema del actor sino de la elección, porque el cine español está lleno de rabietas y matoncillos (de duros no, por desgracia) que encajan en él. Y Alberto San Juan está aún peor. No da el pego de tímido ni de inseguro. Igual que Bardem es un actor que va sobrado y no encaja para nada en ese tipo de papeles. Pero lo eligieron, era más importante encontrar un actor guapo que encontrar uno adecuado. Es una pena, porque los personajes que tenían que interpretar eran antológicos, un matón irascible que quiere dar lecciones de paciencia, o la escena del vino cuando el tímido inseguro no sabe como ligarse a una chica que tiene en el bote.

0 comentarios:

top