Van Helsing

Stephen Sommers, 2004
Reparto: Hugh Jackman (Van Helsing), Kate Beckinsale (Anna Valerious), Richard Roxburgh (Conde Drácula), David Wenham (Carl), Will Kemp (Velkan/Hombre lobo), Shuler Hensley (Frankenstein), Kevin J. O'Connor (Igor), Samuel West (Victor Frankenstein), Elena Anaya (Aleera), Silvia Colloca (Verona), Josie Maran (Marishka).
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La momia iii

Desde los años cuarenta no se había visto juntos a Drácula, el monstruo de Frankenstein y el hombre lobo. Los derechos de estas criaturas son de los Estudios Universal para los que siempre trabaja Sommers así que no tardó en ponerse manos a la obra.

He oído en muchas ocasiones que Estefanía siempre escribía las mismas novelitas del oeste, sólo les cambiaba los nombres a los personajes y a los lugares. Sommers hace lo mismo, se gasta una fortuna colosal en CGI y otra en efectos especiales pero sigue contando la misma historia. Un personaje malísimo como la momia o el Conde Drácula que puede destruir el mundo, una colección interminable de leyendas y de reglas que hay que sortear y una serie ininterrumpida de salvamentos en el último momento a costa de luchas y carreras. Eso es Sommers. Tan divertido como montar en la montaña rusa dos horas seguidas, y tan vacío.

En las películas hay uno o varios puntos álgidos donde el protagonista se la juega, o donde se concentra la emoción. El cine de Sommers consiste en dar más por el mismo dinero, en darnos un climax tras otro, en empezar con un punto álgido y seguir con otro mayor. Y el efecto es desagradable, porque uno se desasosiega con tanto apoteosis. Sommers despilfarra la emoción con el mismo frenesí que el dinero.

Y es que Sommers se parece a su conde drácula. El vampiro ha llegado a tal exageración que ya ni las estacas ni las balas de plata le molestan. ¿Inquietante? Pues no, asfixiante diría yo. Los malos son interesantes cuando tienen debilidades, y los directores también.
Enrique Colmena **: hay escenas, como la de las inmensas bodegas del palacio del vampiro, llenas a rebosar de fetos demoníacos en sus placentas infernales, que poseen una grandeza evidente, aunque después su propósito sea el del mero entretenimiento.
Méndez-Leite @: Van Helsing no es desde luego un film de terror aunque utilice a los personajes fundacionales de las viejas películas Universal, sino más bien una parodia que sólo de tarde en tarde tiene gracia, un mix anacrónico y sin lógica interna en el que caben referencias a 'La invasión de los ladrones de cuerpos', 'Los pájaros' o las películas de Indiana Jones y el spaghetti western y que se acoge a la divisa de 'todo vale'.
Metrópoli 0: luchas y más luchas y ninguna inflexión en un montaje que resulta por exceso histérico.
Ebert ***: the best touches are the quiet ones, as when the friar objects to accompanying Van Helsing ("But I'm not a field man," he insists) and when the Monster somewhat unexpectedly recites the 23rd Psalm.
Mr Cranky (-4): Simply put, nothing is enough here, and it's like being force-fed rice cakes with a shovel. Van Helsing (Hugh Jackman) is no longer simply Dracula's nemesis: He's a fighter of all things evil in a story that reads like Sommers's dog chewed up a library of Evil Cliffs Notes and barfed up a script. [...] If deep characterizations were the literary lynchpins for Mary Shelley and Bram Stoker, they're sunlight and garlic for Sommers.
Rotten Tomatoes= 21%. Fresh: 15 Rotten: 56
Taquilla 1ª semana:
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