El bosque

Night Shyamalan, 2004
Bryce Dallas Howard (Ivy Waker) Joaquin Phoenix (Lucius Hunt) Adrien Brody (Noah Percy) William Hurt (Edward Walker) Sigourney Weaver (Alice Hunt) Brendan Gleeson (Augustus Nicholson) Cherry Jones (Mrs Clack) Celia Weston (Vivian Percy)
* * *
Las bondades del miedo

Si Shyamalan escribiera literatura le saldrían buenos cuentos y pocas novelas, porque es un creador de anécdotas y de finales, pero no sabe darle vida a sus personajes. En cada una de las historias que nos ha contado hasta ahora Shyamalan ha sabido deslumbrarnos haciéndonos creer un mundo de fábula. Nos ha hecho creer en fantasmas, en superhéroes, en marcianos, y ahora en un bosque encantado. Sus finales guardan siempre golpe de efecto, pero sus vueltas de tuerca no son meros pasatiempos. De hecho, la carta en la manga que guarda para el final es indispensable; sirve para hacernos reflexionar sobre el verdadero tema, que no sospechamos, y por eso se recrea en un final que tiene la clave de la película.

Entre el arranque y el final deja un espacio que suele llenar de paja, porque a Shyamalan no se le da muy bien el desarrollo. Particularmente lamentable la relación entre los dos padres de los protagnistas (Sigourney Weaver y William Hurt) que resultaría creíble si ninguno hubiera llegado a la pubertad. El talento de Shyamalan está en crear lagunas; en su cine cada personaje ignora algo muy importante que sólo descubrirá al final y que hará de él una persona distinta. A veces lo ignora también el espectador, que acompaña al personaje en el descubrimiento, y de ese modo, en la emoción. Otras veces, un personaje sabe algo importante de otro que el otro ignora. En “El sexto sentido” el niño no sabe relacionarse con los muertos, pero el psicólogo sí, el psicólogo no sabe relacionarse con los vivos, y el niño sí. En “El bosque”, el espectador perderá su inocencia, pero los jóvenes protagonistas no.

Una comunidad de colonos americanos vive en una pradera que puede ser idílica siempre que no se transgreda una regla, la de cruzar el bosque que les rodea. El protagonista, Lucius (Joaquin Phoenix) quiere cruzar el bosque para traer medicinas de la ciudad, pero el consejo de la aldea no se lo permite.

Con estos elementos, Shyamalan nos cuenta una fábula elemental. A un lado está el miedo, el prejuicio, la ley que nadie se atreve a burlar, y que da forma a la vida y las emociones de los habitantes, al otro lado, lo desconocido. Cada personaje se define en relación a ese miedo. El tonto del pueblo, Noah, que interpreta Adrien Brody, rompe a reír cuando oye hablar de los que no deben ser nombrados. Al crítico de Fotogramas, Jordi Costa, la película le ha entusiasmado como reflexión sobre el papel del miedo usado por la sociedad. Pero quizá es demasiado optimista pensando que la película habla en contra de esa manipulación. El personaje que no entra en el juego recibe la ira del público y del creador. El mensaje es inequívocamente benévolo con la mentira, lo cual no sé si le resta valor artístico, y creo que tampoco me preocupa demasiado.
Enrique Colmena **: una atmósfera de horror primordial (no sería disparatado hablar de Lovecraft y la literatura de los mitos de Cthulhu) más que convincente, hecha más con pequeños detalles (los niños que juegan a ver quien resiste más de espaldas al bosque, el vigilante que vislumbra sólo un momento la capa roja de uno de los monstruos) que cuando las bestias aparecen
Jordi Costa ****: En El bosque, Shyamalan construye la más incómoda y agresiva de sus metáforas, partiendo de los elementos esenciales del cuento (la comunidad, el bosque, la amenaza) y acercándose en su discurso a un territorio conceptual que, agárrense, no está nada lejos del que exploran cineastas tan extraños a su órbita como Michael Moore y Lars von Trier en sus trabajos más recientes. El bosque habla del papel del miedo en la construcción social.
Mr Cranky ***: Edward Walker (William Hurt), Alice Hunt (Sigourney Weaver), and August Nicholson (Brendan Gleeson), have a deep, dark secret that they're keeping from the rest of their sleepy, idyllic little turn-of-the-century town. The only problem is that it's a secret that wouldn't last a week, but apparently they've kept it for quite some time.
Sandrine Marques: Shyamalan opte pour le maintien du secret, en somme, valide une forme d'obscurantisme intenable, fait d'autant plus alarmant qu'il fait écho aux secrets de l'administration Bush et à sa volonté de maintenir dans l'aveuglement une Nation toute entière. Comment ne pas penser à cette métaphore, d'autant que le réalisateur met en perspective toute l'histoire d'un pays ?

Rotten Tomatoes = 44% $113m.

0 comentarios:

top